La veladura consiste en capas muy delgadas de pintura, de forma que se transparente la capa inferior, así el color que se ve es el resultado de la mezcla del color inferior más el de la veladura.

Para realizar una veladura es necesario que la capa inferior esté perfectamente seca.

El objetivo de esta técnica es crear una efecto no uniforme en las paredes, similar al esponjado o trapeado, siendo especial para decoraciones de estilo rústico. Esta técnica puede utilizarse en paredes e incluso muebles.

Una veladura cuenta con dos colores, una capa base y el acabado, las cuales deben ser distintas para que se destaque el trabajo de velado, y así la textura que se logra con la técnica. Si eliges un color más claro para la base que para el acabado se crea una sensación visual de textura en las paredes, en cambio, si eliges el tono más claro para el acabado la sensación que obtienen las paredes es de brillo.

La combinación de colores es infinita, y depende mucho de los gustos personales