El verano es una buena época para reformar nuestro hogar y, sobretodo, una buena época para pintar el exterior de nuestra casa. Rehabilitar una fachada es algo que puede hacerse de distintas maneras.

  • Aplicando morteros monocapa
  • Revistiéndolas de piedra u otros materiales
  • Dejando el ladrillo visto con una protección invisible…
  • y por supuesto, con pintura.

La pintura es probablemente una de las soluciones más habituales y económicas para tratar las fachadas, aquí os dejamos algunos consejos sobre como pintar una fachada.
Antes de pintar el exterior de una vivienda, se debe hacer una inspección del estado de la fachada. La situación en que se encuentre el revestimiento y la posible humedad de los muros influirán en el tipo de pintura y en la técnica que se empleará para su aplicación. Otros aspectos destacados a tener en cuenta son los factores climatológicos, que afectan a la fachada y ponen a prueba la calidad y elasticidad de la pintura, cuando la fachada se expone al sol mientras se pinta, la pintura pierde sus propiedades, mientras que en días con mucho viento se secará a medida que se aplique.

Algunos puntos importantes donde fijarse:

  •  Estado de la pintura
  •  Humedad en los muros
  •  Óxido en partes metálicas
  •  Maderas

Preparar la superfície

LIMPIEZA.- Antes de proceder a pintar la fachada de una casa, es necesario limpiarla para eliminar cualquier tipo de suciedad que impida que se fije a la superficie. Durante el proceso de limpieza, es probable que se tenga que mojar la fachada, por lo que luego habrá que esperar a que esté seca para poder pintarla.

Aunque para esta labor se puede emplear una máquina de agua a presión, ya que ablandará las manchas y facilitará su limpieza, no siempre es recomendable debido a que con este método se moja la pared en profundidad pudiendo provocar más humedades en el interior. Si se utiliza es necesario dejar que se seque durante, al menos, dos semanas y no realizar esta tarea en días de mucho calor, puesto que se acelera el proceso de secado y pueden formarse pequeñas grietas.

RASPADO.- Cuando no se utiliza la hidrolimpiadora el primer trabajo de preparación que debemos hacer es raspar toda la fachada con una espátula para quitar toda la pintura descascarillada, repasándola  con un cepillo de cerdas duras (de plástico o metálicas) y de esta manera nos aseguramos que no queda pintura suelta. Si al tocar la pared quedan restos de polvo blanco en las manos, será necesario tratar la superficie con un fijador.

ELIMINAR HUMEDAD.- Sobre todo en la parte de los muros en contacto con el suelo es probable que existan manchas de humedad; para eliminar las eflorescencias y hongos hay que lavarlo con una mezcla de agua y lejía aplicándola con una escobilla de cerdas duras, dejar secar para aplicar posteriormente FUNGISTOP de Beissier, que es un desinfectante de superficies antes de ser pintadas.

MASILLADO.- Una vez que las paredes estén secas se repararán las grietas y fisuras que existan con plaste o masilla, asegurándose de que los productos sean los recomendados para exterior  ya que hay para interior que no tienen las mezclas adecuadas para hacerlos resistentes a la humedad y la intemperie. Con AGUAPLAST tendrás diversidad de productos específicos para este tipo de reparaciones.

LIJADO.- Dependiendo de las imperfecciones que hayamos masillado, se deberá usar un grosor de lija u otro, hasta dejar la superficie lisa y pareja para poder aplicar la pintura.

ENMASCARAR.-  Antes de empezar a pintar en necesario proteger todas las zonas anexas a los muros y que no queremos que se pinten, para eso las taparemos con cinta krepp.

PINTAR.-  Para aplicar las pinturas de exterior se ha de tener en cuenta la porosidad de las paredes. Para los muros rugosos y con un poco de textura, el rodillo adecuado es el de pelo largo, ya que entra con facilidad en los relieves de la pared. Para superficies muy lisas es mejor un rodillo de pelo corto. Una terminación pareja se consigue abarcando con el rodillo superficies no muy grandes, ya que al extenderse demasiado se irá secando la pintura a destiempo.

Un pequeño truco es pintar los vanos de las puertas y ventanas con un tono más oscuro que los muros, esto dará más profundidad visual. Además otra razón práctica es que esta zona está más en contacto con las manos y por lo tanto nse ensucia más rápido.

Requisitos de la pintura para fachadas

La porosidad de la pared y la presencia de humedad favorecen la aparición de grietas: Debido a su exposición a la intemperie, las fachadas se estropean con mayor facilidad que otras superficies. La acción del sol, la lluvia, las heladas o la contaminación provoca que la pintura se desprenda o las paredes se ensucien más rápidamente.

-Conviene que sea resistente a los rayos UVA y que aguante la acción directa del sol sin decolorarse.

-También ha de ser impermeable,transpirable e hidrofugante(que deje pasar el vapor de agua para evitar la condensación, y también la humedad).

-Adherente.

-Resistente a la intemperie y al desgaste.

-Autolimpiable(son la mejor opción; se limpian con el agua de lluvia).

– Con propiedades antimoho

-Lo más elástica posible para evitar las fisuras.

Influencia de la climatología

Como ya puntamos al principio, cuando se pintan paredes exteriores hay que condicionar el trabajo al clima. Si el día elegido hace mucho viento, la pintura se secará a medida que se aplique y no se podrá extender bien. Cuando el sol se refleje en la fachada, la pintura perderá sus propiedades, se volverá más líquida, se secará con demasiada rapidez y se formarán pequeñas fisuras. Para evitarlo, se debe iniciar el trabajo en la superficie orientada en sentido opuesto a la salida del sol.