El barnizado es aquel proceso que permite recubrir un soporte con fines protectores y decorativos

 El Proceso de barnizado

En el “Proceso de barnizado” se indica el procedimiento de aplicación de los diferentes barnices más apropiados para conferir al soporte el efecto estético y las características físico-químicas deseadas.

Está constituido por las siguientes fases:

Lijado del soporte

Operación fundamental en el proceso de barnizado consistente en pulir la superficie del soporte a barnizar para obtener una superficie totalmente lisa y uniforme, eliminando las irregularidades y facilitando la adherencia física del barniz.

Tintado (si es necesario)

Operación mediante la cual se le confiere al soporte el color, la uniformidad y se le resalta la belleza de la madera

Aplicación de imprimación aislante ( si es necesario)

Aplicación de una imprimación aislante, especialmente diseñada para favorecer una mejor adherencia del barniz sobre soportes especiales, normalmente de naturaleza exótica.

Fondeado

Alicación de uno o más manos de fondo con el objetivo de proteger y cubrir el poro del soporte. Dependiendo del soporte y de la calidad del proceso de barnizado que queramos realizar, existen diferentes tipos de fondos, tanto a poro abierto como a por cerrado.

Lijado del fondo

operación necesaria para preparar la superficie sobre la cual han sido aplicadas las respectivas manos de fondo, con el fin de aplicar la mano de acabado.

Aplicación del acabado

Aplicación de la mano final de barniz, para conferir al soporte las características físico-químicas y el efecto estético deseado.

Determinadas exigencias en el proceso de barnizado pueden hacer que las operaciones descritas anteriormente sigan un orden distinto al indicado o incluso que se realice alguna otra operación.

Antes de iniciar un proceso de barnizado es necesario controlar:

La idoneidad de los factores ambientales

– la humedad y temperatura ambiental

– el entorno debe estar exento de polvo y de otros posibles factores contaminantes (siliconas, etc.)

La idoneidad del soporte a barnizar

– El soporte tiene que tener una humedad y temperatura controlada en todo momento.
–  tiene que ser preparado adecuadamente (calibrado, lijado, exento de polvo, etc.)

La idoneidad de los productos selecionados

– se debe seleccionar correctamente la idoneidad del barniz a utilizar, consultando las fichas técnicas y efectuando pruebas previas (especialmente sobre soportes como el papel, melaminas o maderas exóticas)

El correcto uso del barniz

– Es necesario utilizar los catalizadores adecuados y en las proporciones indicadas. Esta información se debe consultar en las fichas técnicas de los productos o en las etiquetas de los envases.

– la dilución del producto debe realizarse con el disolvente recomendado para conseguir la viscosidad de aplicación adecuada.

– para evitar problemas imprevistos (cuarteos, problemas de adherencia, problemas de secado, etc)., es necesario seguir los procesos de barnizado y realizar las mezclas en el porcentaje que se indican en las fichas técnicas de los productos.

 El correcto empleo y funcionamiento de las máquinas de aplicación/secado:

– verificar el correcto funcionamiento de todas las máquinas de aplicación empleadas
– verificar que las condiciones o los túneles de secado tengan la correcta temperatura necesaria para la fase de secado.

– verificar el correcto manejo de las máquinas auxiliares del barnizado (calibradoras, lijadoras, pulidoras etc.)